La enfermedad, entendida como un mal funcionamiento del organismo, no es algo exclusivamente humano. Los animales también padecen enfermedades, e incluso las cosas en su propio sentido presentan defectos en su funcionamiento. La idea de la enfermedad como una anormalidad, es la idea clásica desarrollada por la ciencia médica.
La respuesta a la
enfermedad, principalmente gracias a la ideología positivista que domina la
medicina actualmente, es la de la cura, consistente en una intervención externa
elegida desde prácticas específicas, cuyo objetivo es restaurar las condiciones
de una supuesta idea de normalidad.
A
pesar de todo, sería un error pensar que la búsqueda
de las causas de la enfermedad siempre han ido paralelas a esta necesidad científica
de restaurar la normalidad. Durante décadas los
remedios no se han basado en los estudios de las causas, ya que en aquellos
tiempos estos eran absolutamente fantásticos. Los
remedios tenian su propia lógica,
especialmente cuando se basaban en conocimientos empíricos de las
fuerzas de la naturaleza.
En
los últimos tiempos una crítica del
sectarismo de la ciencia, incluida de la medicina, se ha basado en la idea de
la totalidad del hombre: una entidad construida por varios
elementos-intelectuales, económicos,
sociales, culturales, políticos, etc.
Es en esta nueva perspectiva donde se inserta la hipótesis
materialística y dialéctica
del marxismo. La totalidad de un hombre y mujer nuevo/a y real descrita de varios modos,
no más tiempo dividida en los sectores que el viejo
positivismo nos tenía
acostumbrados, fue de nuevo resumida en un determinismo de una sola dirección
por los Marxistas.
Las
causas de la enfermedad son consideradas como consecuencia exclusiva del
capitalismo, el cual aliena al hombre a través del
trabajo, exponiéndole a una relación
distorsionada con la naturaleza y la “normalidad”,
el otro lado de la enfermedad.
En
nuestra opinión ni las tesis positivistas que ven
a la enfermedad como el mal funcionamiento del organismo, ni las marxistas que
consideran que todo mal es debido al crimen del capitalismo son suficientes.
Las cosas son algo más complicadas. Básicamente, no podríamos decir que las enfermedades no existirían en una sociedad liberada. No podríamos decir que si se lograse ese maravilloso evento, la enfermedad se reduciría a un simple debilitamiento de alguna fuerza hipotética que se encuentra todavía por descubrir. Creemos que la enfermedad es parte de la naturaleza del estado del hombre que vive en sociedad, y que sería el precio a pagar por corregir un poco las condiciones óptimas de la naturaleza para obtener la artificialidad necesaria para construir incluso la más libre de las sociedades.
Las cosas son algo más complicadas. Básicamente, no podríamos decir que las enfermedades no existirían en una sociedad liberada. No podríamos decir que si se lograse ese maravilloso evento, la enfermedad se reduciría a un simple debilitamiento de alguna fuerza hipotética que se encuentra todavía por descubrir. Creemos que la enfermedad es parte de la naturaleza del estado del hombre que vive en sociedad, y que sería el precio a pagar por corregir un poco las condiciones óptimas de la naturaleza para obtener la artificialidad necesaria para construir incluso la más libre de las sociedades.
Ciertamente,
el crecimiento exponencial de la enfermedad en una sociedad libre donde la
artifiacilidad entre individuos sería reducida a
lo estrictamente imprescindible, no podría compararse
con el que habría en una sociedad basada en la
explotación, tal y como es nuestra sociedad
actual.
Se puede entender de esta idea, que la lucha contra la enfermedad es una parte integral del conflicto de clases. No tanto porque la enfermedad este causada por el capital -que sería una declaración determinista y por lo tanto inaceptable- sino porque una sociedad libre sería diferente.
Se puede entender de esta idea, que la lucha contra la enfermedad es una parte integral del conflicto de clases. No tanto porque la enfermedad este causada por el capital -que sería una declaración determinista y por lo tanto inaceptable- sino porque una sociedad libre sería diferente.
Incluso
en su negatividad estaría más
cerca de la vida, de ser humano.
Así
la enfermedad podría ser una expresión
de nuestra humanidad tal y como hoy en día es una
expresión de nuestra terrible inhumanidad.
Esta es la razón por la cual nunca estaremos de acuerdo con la tesis simplista resumida en la frase “hacer de la enfermedad un arma”, incluso a pesar de que merece ser digna de respeto, especialmente en lo concerniente a enfermedades mentales. No es realmente posible proponer al paciente una cura basada exclusivamente en la lucha contra el enemigo de clase.
Esta es la razón por la cual nunca estaremos de acuerdo con la tesis simplista resumida en la frase “hacer de la enfermedad un arma”, incluso a pesar de que merece ser digna de respeto, especialmente en lo concerniente a enfermedades mentales. No es realmente posible proponer al paciente una cura basada exclusivamente en la lucha contra el enemigo de clase.
Aquí
la simplificación podría ser
absurda. La enfermedad también significa
sufrimiento, dolor, confusión,
incertidumbre, duda, soledad, y estos elementos negativos no se limitan al
cuerpo, también atacan a la conciencia y a la
voluntad. Construir programas de lucha sobre tales bases sería
bastante irreal y terriblemente inhumano.
Pero
la enfermedad puede convertirse en un arma si entendemos tanto sus causas como
sus efectos. Puede ser importante para mi entender cuales son las causas
externas de mi enfermedad: capitalismo y explotadores, Estado y Capital. Pero
esto no es suficiente. También necesito
clarificar mi relación con MI
ENFERMEDAD, que no debería ser
solamente sufrimiento, dolor y muerte.
Debería
también ser un método por el
que poder entenderme y entender a los demás mejor, así
como la realidad que me rodea y que es necesario hacer para transformarla, y
obtener a su vez una mejor comprensión de las
salidas revolucionarias.
Los
errores que se han cometido en el pasado sobre esta materia provienen de la
falta de claridad debido a la interpretación marxista.
Que se basa en la reclamación de
establecer una relación DIRECTA
entre enfermedad y capitalismo. Nosotros creemos que esta relación
debería ser INDIRECTA, esto es siendo conscientes de la
enfermedad, pero no la enfermedad en general como una condición
de ANORMALIDAD, sino mi enfermedad como parte de mi vida, un elemento de MI
NORMALIDAD.
Y
después vendrá la lucha
contra esta enfermedad. Incluso aunque no todas las luchas terminan en
Victoria.
Alfredo M. Bonanno
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