por Marcelo D. Cornejo Vilches
Entrevista realizada a Guillermo Rodríguez quien fue miembro de la
Comisión Militar del Cordón Industrial Cerrillos en los años 1972 y 1973
y tiene por objetivo indagar elementos que nos permitan comprender de
mejor manera lo que fue esa experiencia en el período de la Unidad
Popular .
¿Cómo llegó usted al Cordón Cerrrillos y como se inicia el trabajo de autodefensa?
En esos años era militante del MIR con algo de formación en los temas
militares. Después que el MIR se retira del dispositivo de defensa de
Salvador Allende más conocido como GAP, la mayoría de los compañeros que
estábamos en esas tareas, ya sea en la Escolta del Presidente, en el
aparato de Informaciones o la llamada “tropita”, fuimos redistribuidos a
diversos frentes de trabajo. En mi caso pedí ser trasladado al GPM 4
que trabajaba en una amplia zona: José Maria Caro, Las Rejas, Cerrillos y
Maipú. En el GPM 4 existía una subjefatura de trabajos técnico
militares que reunía a tres unidades: la Operativa, Informaciones y
Taller. Justo cuando yo me incorporo estas tres unidades estaban
debatiendo cómo ellos, formados para tareas técnico-militares, podían
aportar a la lucha de masas que se incrementaba vertiginosamente en esos
años.
En esa etapa no existía aún el Cordón Cerrillos como tal, existía
trabajo del MIR entre trabajadores, pobladores y campesinos de la zona
pero no había una elaboración de que lo luego se llamaría la política de
poder popular. Cuando me incorpore al GPM 4 se estaba desarrollando la
huelga de la empresa Ralco y al inicio participé ayudando a la formación
de brigadas de autodefensa de los trabajadores, en el diseño de
sistemas de guardia, enseñando el uso de bastones largos, bastones
cortos y elementos circunstanciales que se usan para la lucha callejera.
Esto era posible por el prestigio que tenían entre los trabajadores
tres compañeros: El “Yeti” (Riquelme), el Chino Bertín y el Chango[1],
siendo el primero dirigente ese entonces de la FEMET (Federación del
Metal).
¿Por qué era necesaria que los trabajadores incorporaran
estas brigadas y esta autodefensa? ¿No entiendo mucho, se supone que
había un Gobierno Popular y que Allende había sido elegido para llevar
adelante la vía chinea al socialismo? ¿Y la CUT?
Es que aquí radican una serie de aspectos que es necesario considerar
para entender mejor lo que estaba ocurriendo. Lo primero es que Allende
al ser elegido firmó algo que se llamó pacto de garantías
constitucionales en donde se obligaba a respetar la ley. Y la ley
señalaba que Allende sólo tenía el poder ejecutivo pero la mayoría de
los restantes poderes estaban en manos de la burguesía: el parlamento,
la justicia, contraloría, etc. Esto implicaba que en una serie de
conflictos laborales el Poder Judicial estaba del lado de los patrones y
ordenaba a Carabineros o Investigaciones a reprimir, detener y procesar
a dirigentes, trabajadores y en general a los que se estaban
movilizando por sus reivindicaciones. Eso es por una parte, porque de
otra parte, estaba la movilización que realizaba la derecha y los
patrones para obstaculizar, frenar el desarrollo normal de las
actividades, sabotear la producción. Y en eso se apoyaban en las bandas
fascistoides de Patria y Libertad, del Partido Nacional, de la
Democracia Cristiana y de las organizaciones gremiales que ellos
controlaban. Entonces en los territorios la situación era de
confrontación permanente, lucha callejera, ataques a las industrias en
huelga o tomadas por sus trabajadores. Y en tercer lugar se daba un tema
específico: el programa de la Unidad Popular había considerado la
nacionalización de 91 industrias estratégicas pero no tenía política
frente a la mediana o pequeña industria, salvo señalar que debían seguir
funcionando y elevar su producción para asegurar el abastecimiento.
Ocurre que justamente cuando la derecha comienza a desatar sus
movilizaciones contra el Gobierno de Allende, estas pequeñas y mediana
empresas son paralizadas por los patrones, se producen despidos, se
produce boicot a la producción y el gobierno de Allende no tiene
herramientas legales para obligarlos a mantener la industria
funcionando. Es allí que comienza a desatarse el poder popular, no como
consigna, sino como algo concreto que empieza a suceder: los
trabajadores necesitan mantener sus fuentes de trabajo y mantener las
empresas funcionando, por lo que la toma, el control de la empresa por
parte de sus trabajadores es el proceso lógico que se produce….y esto
estaba fuera del programa de la Unidad Popular, y claramente era algo
que rechazaba la ley burguesa, la ley de los patrones. Se inventó
entonces la formula de “Intervenir” las industrias y el gobierno
nombraba un interventor, abriéndose procesos jurídicos y políticos que
significaron claramente la agudización de la lucha de clases. La CUT
estaba más comprometida en apoyar las líneas centrales del gobierno de
Allende y tenía muy poco peso a nivel local, en el territorio, casi no
participa de todo este proceso, sólo en los últimos meses del Gobierno
de Allende intenta incorporarse a las organizaciones de poder que se
habían generado, pero no tenían peso en su seno.
¿Cómo se gesta entonces el Cordón Cerrillos y como funcionaba?
Al inicio sólo existía el “Comando” que era la articulación mixta de
lo que se llamaba entonces “la izquierda revolucionaria”, militantes
principalmente activistas del MIR, del PCR (maoísta), de un sector de
trotskistas y algunos dirigentes de sindicatos como el de Pizarreño,
Aluminios El Mono, Silleros. No recuerdo exactamente la fecha, pero
diversos sectores convocan a un cabildo en Maipú para enfrentar diversos
temas, principalmente el desabastecimiento que se estaba produciendo.
Este Cabildo se radicaliza principalmente porque un sector del PS de
pobladores comienza a sostener posiciones más radicales. Es una reunión
muy complicada donde se expulsa a los elementos de derecha y se toma la
determinación de abrir a la fuerza los locales y negocios que estaban
cerrados. Ahí comienza una dinámica de organización en paralelo de los
campesinos y de los pobladores con muy baja participación de los
estudiantes.
Luego de ello se dan varias luchas seguidas en donde el “Comando” se
llena de dirigentes sindicales y comienza a transformarse el “Cordón
Cerrillos” principalmente por las peleas para decretar la intervención
de Perlack y de varias industrias. Aquí nuevamente se produce un
conflicto serio, esta vez con el gobierno a través de la Ministra del
Trabajo. Ocurre que los trabajadores habían concurrido a varias
reuniones con el Ministerio en busca de soluciones e incluso se habían
tomado el recinto por algunas horas y no había solución ni para Perlack
ni para otras pequeñas y mediana empresas. Entonces se produce la toma
de la industria, la Ministra va junto con dirigentes de la CUT a bajar
la toma y los trabajadores no los dejan a entrar a la industria y la
Ministra golpea al dirigente Santos Romeo[2]. Esto detona la primera
toma de la comuna completa y el debut del Cordón Cerrillos como una de
las fuerzas más importantes en la época. En esta toma participan la casi
totalidad de las empresas y para llevarla a cabo se gesta una Comisión
mixta de dirigentes sindicales y representantes de las organizaciones
políticas, embrión de lo que después será la Comisión Militar del
Cordón. Aquí el trabajo es arduo porque se movilizaron enormes fuerzas
sociales. Se levantaron barricadas principales en Buzeta, en Esquina
Blanca, y a la entrada de Maipú por el Camino a Melipilla y dos enormes
barricadas en Avenida Pajaritos: en el paradero 14 donde estaba la
entrada a un fundo en conflicto y tomado y en el puente del Zanjón de la
Aguada. Esta toma fue impresionante porque miles de trabajadores
salieron a las calles y todo el camino a Melipilla, más allá de las
barricadas principales estaba plagado de focos de resistencia muy
organizados frente a cada empresa.
El funcionamiento del Cordón en esta fase es en Asambleas de
dirigentes de Sindicatos que toman las resoluciones pero en ella pueden
intervenir las organizaciones políticas presentando sus posturas y una
vez tomada las decisiones los activistas de partidos podían asumir
tareas o cargos específicos para impulsar estas líneas, siempre y cuando
fueran avalados por dirigentes sociales reconocidos, como fue en mi
caso, o el de Quico Ramírez que asumía tareas a nombre del PS o
compañeros del MAPU- Garretón o de la Izquierda Cristiana, cuyos nombres
no recuerdo.
¿Cuáles eran los temas técnico-militares específicos que trabajaban en esa época?
En esta etapa se trabajaban temas en distintos planos o niveles, si
se quiere definir así. En el seno de la organización partidaria se
enfrentaba lo que llamábamos la disociación de las tareas políticas y
militares, preocupación central de quienes estábamos en las tareas
específicas pero no del conjunto de la dirección del GPM o de los
militantes de tareas en frentes sociales. Tanto los de Información,
Talleres como el Grupo Operativo se habían constituido bajo la
perspectiva del desarrollo de la guerra popular y en especifico
formándose para la lucha clandestina urbana, lo que significaba cierta
clandestinidad (muy formal respecto a lo que años después tendríamos que
vivir) y con muy poco vinculo e incidencia en las luchas de masas que
se estaban generando. Este proceso llevó a nivel del Regional Santiago a
construir o definir una nueva instancia y nuevas tareas que comenzamos a
nombrarlas como “política militar de masas” avanzando en la creación de
un responsable de la PMM a nivel del GPM y al menos un responsable de
esta en las subjefaturas, lo que dio paso a desarrollar estas mismas
tareas en los frentes de masas, dependiendo de la capacidad o existencia
de militantes que la asumieran en los frentes, por ejemplo se comenzó a
trabajar mucha información de los grupos del PN y Patria y Libertad de
la zona, de los uniformados que se visualizaban como golpistas, la
realización de levantamientos planimétricos con el máximo de información
respecto a temas estratégicos (combustible, comunicaciones, energía,
rutas, etc.) y en lo central se comienza a discutir el qué hacer en la
perspectiva de un golpe militar, tanto a nivel orgánico interno como la
propuesta a realizar a los frentes sociales. Todo esto se traduce en
varias líneas de trabajo. Por ejemplo para “Talleres” se da comienzo a
la búsqueda de industrias que puedan construir o desarrollar elementos,
como es el caso de Perlack que comienza a investigar el desarrollo de
alimento energético concentrado, o en un par de industrias de plástico
comienzan a trabajar en piezas y partes de medios de combate que ellos
pueden desarrollar. Respecto al trabajo en los frentes se comienza a
desarrollar con fuerza la autodefensa con el manejo básico de elementos
como la defensa de espacios (industrias, fundos, locales) , la
organización de las fuerzas y las tareas necesaria para ello:
Exploración, comunicaciones, estructura de mando, formas de
organización, etc.
Incipientemente en esta etapa comienza a surgir lo que llamábamos el
“trabajo de F” que era el acercamiento a los miembros de FFAA y
Carabineros que mostraban simpatía por la lucha popular y que comenzaban
también a levantar sus propias reivindicaciones internas.
Este proceso se acelera de manera aguda con la ofensiva patronal del
Paro de Octubre y las demandas de trabajo se elevan considerablemente ya
cuando prácticamente en todas las industrias, fundos y poblaciones
surgen fuerzas organizadas que se incorporan a la lucha para frenar la
ofensiva patronal.
¿Cómo se da este proceso que señalas y qué resultados concretos tiene?
Como es sabido, los reaccionarios comienzan a desarrollar una
estrategia que personeros de la DC llaman “la estrategia de los
mariscales rusos”, vale decir, atrincherarse en la defensa de la
institucionalidad burguesa, mientras preparan las condiciones junto a
los gringos para desatar el golpe de Estado, y en paralelo movilizar a
todas sus masas para generar la ingobernabilidad de manera que el golpe
sea presentado como necesario para el país. En términos de estrategia
fortificar puntos en la profundidad de la defensa y generar un gran
espacio de desgaste de las fuerzas enemigas en su avance hacia esos
puntos mediante escaramuzas permanentes. Así generan el Paro Patronal
moviendo a toda la pequeña burguesía agrupada en organizaciones
gremiales tanto propietaria (camioneros, comerciantes, pequeños y
medianos productores) como profesionales médicos, enfermeras, abogados,
etc. Lógicamente moviendo también sus piezas del poder legislativo
(acusaciones contra ministros en parlamento, declaraciones de
ilegalidad, etc) y el poder judicial.
La respuesta de las masas es extraordinaria en todo el país, aunque
aquí ya comienza a pesar la división que se profundizará en el seno del
pueblo porque surge la respuesta que impulsa el gobierno de Allende y
el reformismo dentro de la institucionalidad y las leyes, y la respuesta
que dan los revolucionarios con la política del Poder Popular fuera de
los mecanismos legales tomando el control de los medios de producción,
abriendo a la fuerza los locales comerciales, tomando los camiones,
supermercados, organizando la distribución directa de alimentos,
generando múltiples instancias de coordinación de las nuevas
organizaciones que van emergiendo y sobretodo, saliendo a la calle a
enfrentar a las fuerzas reaccionarias en un combate callejero que se
prolonga por días enteros en diversas ciudades.
El resultado de esta etapa es que la burguesía toma nota de este
nuevo sujeto político que se esta instalando, toma nota que esta
fracasando su maniobra parlamentaria y legal de desalojar a Allende del
Gobierno y se lanza entonces a prepara el terreno para el golpe militar.
En el campo popular, se establecen ya dos líneas claras frente al
escenario político: la línea que triunfa en el Conclave de Lo Curro de
“consolidar para avanzar” que busca contener el avance para ampliar la
base del gobierno mediante la búsqueda de alianzas con la DC, los
“diálogos” con la Iglesia, el ingreso de generales y uniformados al
Gobierno y la disposición de la Unidad Popular a devolver las industrias
y medios de producción tomados y legislar para desarmar a las masas
(Ley de Control de Armas).
En el campo de los revolucionarios se da la alianza política entre
sectores del PS, el MIR, la IC, y se produce el quiebre del MAPU
surgiendo dos vertientes productos de la división existente. En el plano
de las organizaciones sociales se extienden los Cordones industriales,
surgen Asambleas Populares como la de Constitución, la de Concepción y
se fortalecen los Comandos Comunales principalmente en el sur de Chile.
¿Por qué se mantuvo el Cordón en Cerrillos y no se generó el
Comando Comunal como órgano de poder popular, cosa que si ocurrió en
otras comunas y regiones del país?
La alianza de clases y sectores sociales se dio con bastante fuerza
en la experiencia del Cordón, sobre todo con los pobladores y
campesinos. En la toma del fundo El Despertar y las posteriores jornadas
de guardia para mantenerla participaron obreros y pobladores de
diversos sectores. En el Cabildo se dio la misma dinámica, así como
después en la jornada de tomas de fundos y predios que fue una de las
movilizaciones más importantes, donde igualmente participaron piquetes
de diversas industrias y pobladores. El tema más importante fue el
insuficiente desarrollo político y orgánico de las fuerzas
revolucionarias y el actuar muchas veces vacilante y burocrático que un
sector del PS liderado por Hernán Ortega tenia fuerza mayoritaria en
tres o cuatro industrias grandes y una fuerte influencia, tanto en el
Consejo Comunal campesino, como entre las Juntas de Vecinos, y ellos no
compartían la política de crear un Comando Comunal. Desde las posiciones
que sustentaban podían ejercer influencia y poner límites a la
movilización popular y al desarrollo de la organización, con rasgos de
caudillismo más que de una democracia proletaria directa. Esto se dio
con fuerza en la toma de los fundos, particularmente cuando se tomaron
las propiedades de Pérez Yoma y en el pick de la movilización la
maquinaria completa del PS se dejó caer incluso con amedrentamientos y
despliegue de fuerzas para bajar la toma dado que se estaba
desarrollando el diálogo UP-DC, y se realiza bajo el subterfugio de que
“hay movimiento de tropas golpistas”.
Esta situación se agravó después del Tancazo en donde prácticamente
no se llamaba a reuniones del Cordón, a pesar de que funcionaban algunas
comisiones y tareas de manera autónoma…
¿Cómo se expresaba en concreto el Poder Popular?
Este Poder Popular embrionario que se estaba desarrollando era un
poder puntual, coyuntural, que se expresaba en la lucha de manera
concreta. No alcanzó a desarrollarse como fuerza orgánica, con
estructura permanente, con cierta legalidad interna y mecanismos
consensuados. Fue dándose como articulación de fuerzas sociales y
políticas que entendían que las formas de organización y de lucha
naturales no eran suficientes para enfrentar la coyuntura, porque eran
organizaciones para la lucha reivindicativa pero no para la lucha
política y por el poder, a la que se estaba llegando. Mas allá de las
declaraciones o manifiestos que los historiadores pueden revisar, están
los hechos, las movilizaciones, el tipo de discusiones que se daban; la
organización de miles para tomar la comuna por completo, la
organización de la producción, distribución y comercialización en las
empresas intervenidas o en poder de sus trabajadores, los métodos de
lucha de toma de caminos, de fundos, de fabricas. El ejemplo mas claro
fue la determinación de tomar un terreno y construir ahí un Mercado
Municipal donde los campesinos y sectores industriales llevaban
directamente sus productos rompiendo el mercado, saltándose a los
comerciantes, mercado a su vez que era custodiado por pobladores
encabezados por el recordado José Modesto Amigo Latorre [3]. O el
ejemplo de los trabajadores de Fensa y Perlack que organizaron cursos de
instrucción militar básica que entregaba Víctor Romeo de la Fuente “El
Guajiro”[4]
¿Cómo se materializó el trabajo militar de la Comisión que se formó en el Cordón para el tema militar?
Esta Comisión se articuló principalmente para enfrentar las
coyunturas que surgieron después del Paro patronal de Octubre de 1972,
alcanzó su mayor desarrollo coordinando la toma de la comuna primero,
luego la toma de los fundos en 1973, alcanzando su máximo funcionamiento
para la intentona golpista del Tanquetazo. Se trabajó fundamentalmente
en coordinar las fuerzas sociales y los medios que existían para dar una
respuesta organizada por parte de los trabajadores. Se trabajaban los
temas de comunicación, de alertas, de distribución de fuerzas a los
puntos estratégicos de la comuna, la centralización de medios de
comunicación, de transporte y otros tipos de recursos, sugiriendo formas
de resguardar las industrias, de organizar las brigadas de autodefensa.
En su nivel más alto (Tanquetazo) se incorporó a esta Comisión un
representante del PC, interventor de la empresa Sindelen, que aportó con
un sistema de fax para comunicaciones e intento la articulación con la
CUT comunal.
En esta Comisión nunca hubo representantes del PS, dado que
fiablemente las propuestas y comunicados que sacaba esta Comisión eran
entregados a Hernán Ortega quien había sido electo por los dirigentes de
las fabricas como representante del Cordón.
Sin embargo posterior a la coyuntura…..
Posterior a la coyuntura del Tanquetazo, la Comisión en pleno no
logró nunca juntarse siguiendo la dinámica de baja del funcionamiento
del cordón como tal. Sólo se mantuvieron funcionando los representantes
del MIR, IC y MAPU, desarrollando charlas y conversatorios a nivel de
sindicatos sobre el tema golpe de Estado y la necesidad de tener un plan
general de reacción, tema que no compartían a ese nivel ni el PC ni el
PS.
En este último período se logra trabajar en el conjunto de estas tres
fuerzas y algunos dirigentes sindicales la propuesta de Plan frente a
un golpe de Estado desarrollada por el MIR, la que es expuesta en
diversos sindicatos y al menos en una agrupación de campesinos.
¿Cómo funciono todo lo planificado para el día del Golpe de Estado?
No funcionó.
Desde Junio del 73 en adelante y producto de dos hechos políticos
gravitantes en el desenlace de la coyuntura y del proceso, se venía
produciendo un fuerte retroceso de la actividad de las masas y
prácticamente la paralización, al menos en el Cordón, de las instancias
de coordinación y de Poder Popular.
El encarcelamiento de los marinos que se organizaban para impedir el
golpe militar y el nulo respaldo a ellos desde el Gobierno fue un primer
síntoma de incredulidad y de desconfianza. Si el Gobierno no podía
defender a marinos que se organizaban precisamente para defender al
Gobierno Popular, qué podían esperar el resto de los sectores, que se
enteraban como estos eran torturados y encarcelados. Luego vino un
proceso de claudicación mayor con la aprobación de la Ley de Control de
Armas en el parlamento, lo que da luz verde para que las FFAA comiencen a
allanar industrias, poblaciones, cementerios, en algunos casos con
brutalidad extrema como lo fue en lanera Austral en que son asesinados
dirigentes sindicales por tropas que llegan en helicópteros. En
Cerrillos Maipú se da el allanamiento de la Conservera Copihue y no
existe ninguna capacidad de respuesta frente al hecho, ni del Cordón, ni
de ningún sector social u organización política. Era evidente el golpe
militar y sin embargo no existía determinación política para
enfrentarlo.
En el caso del MIR, nuestro GPM encabezado por Martín Elgueta[5]
había sostenido la inminencia del golpe militar por lo que fue señalada
su intervención por la Comisión Política que a su vez, señalaba que
Allende se encaminaba a la claudicación mediante la convocatoria a
plebiscito a desarrollarse durante septiembre y que daría paso a una
nueva situación política (Golpe Blando en la nomenclatura mirista).
El 11 de Septiembre el Cordón Cerrillos amaneció copado por fuerzas
militares distribuidas a lo largo del camino a Melipilla frente a las
industrias más importantes. Después del bombardeo a la Moneda hubo
intentos de resistencia en la industria Perlack y en Fensa, los que
fueron sometidos por helicópteros (Perlack) y carros blindados (Fensa)
desarrollándose hostigamientos a las FFAA durante la noche del 11 y del
12.
Fueron numerosos los obreros de Fensa, Perlack, Copihue, Pizarreño
detenidos, así como dirigentes del sector campesino y pobladores, la
mayoría de ellos sometidos de manera posterior a Consejo de Guerra de la
FACH .
El Cordón Cerrillos no funcionó en ningún momento durante el Golpe ni en días posteriores.
¿Cuál es tu evaluación de esta experiencia?
A mí me marco mucho respecto a varios elementos:
En el plano de las ideas, de las concepciones, pude vivir lo
que es un período de alza del movimiento de masas y ver la capacidad de
vanguardia que tiene la clase obrera cuando sale de sus luchas parciales
y reivindicativas y se platea el problema del poder.
En segundo lugar, la potencia que alcanza la alianza social
con campesinos y otros sectores pobres del campo y la ciudad, sobre todo
cuando logra articulaciones orgánicas, de carácter permanente y
sobretodo cuando logran independencia política, o autonomía respecto de
la influencia del Estado, de las concepciones individualistas, cuando
actúa como clase detrás de sus intereses más históricos, cuando se
sacude del reformismo o luchar por el mal menor y se plantea un
proyecto.
En tercer lugar me marcó, porque pude acceder a una práctica
donde lo político y militar iban de la mano, donde se daban las
condiciones para que el conjunto de tareas asociadas al desarrollo de
fuerza social revolucionaria y los medios fueran tarea del pueblo y no
sólo de una vanguardia.
En cuarto lugar, demostró leyes de la insurrección que habían
sido ya formuladas por los clásicos, entre ellos Lenin y Trotsky, entre
estas el rol de la “compulsión”, del “estado de ánimo de las masas”, de
la necesidad, de entrado en ese terreno de mantener la iniciativa
estratégica.
Esta ultima consideración es sumamente importante porque las fuerzas
que apuntaban al desarrollo del Poder Popular perdieron la iniciativa
después de junio del 73, por los factores mencionados, pero quedaron sin
conducción concreta, sin poder maniobrar ni hacia el repliegue ni hacia
una ofensiva, por lo que, como fuerza, se desarticuló y fue golpeada
brutalmente por la contra revolución de la dictadura y sus aparatos
represivos.
En tu libro “DE LA BRIGADA SEGUNDARIA AL CORDÓN CERRILLOS”,
relatas lo acontecido aquel 29 de junio de 1973. A tu juicio, ¿qué
elementos fueron determinantes para no pasar a la ofensiva?, ¿crees tú
que la estrategia política representada por Miguel Enríquez no se
correspondía con el real estado de las fuerzas?
En ciertas intervenciones yo he señalado que tanto la Estrategia como
la Táctica son ciencia y arte. Ciencia porque se refieren a elementos
objetivos, cuantificables, medibles, pero arte respecto a un elemento
esencial: la subjetividad de las masas, el estado de ánimo, la voluntad,
la determinación. Si la política revolucionaria fuera regida
estrictamente por parámetros objetivos, posibles de ser conocido de
manera exacta, no habría revoluciones fracasadas….la realidad es que,
como lo señala de manera poética Patricio Manns en una canción: “El
timonel no sólo escrutará de noche el mar tendrá que adivinarlo”[6].
Frente a la política reformista que ya estaba demostrando su fracaso y
que llevaba irremediablemente al golpe de Estado o a la claudicación que
de hecho preparaba Allende mediante un plebiscito que iba a convocar,
mediante las señales claras que ya estaba dando de diálogo con la DC, de
devolver industrias, de no vetar la ley de control de armas, la única
política posible a ser planteada a las masas era la de la contraofensiva
popular, planteada en el teatro Caupolicán por Cadena Nacional,
política que no alcanzó a ser desarrollada porque efectivamente tras el
29 de junio la iniciativa quedó en manos de la burguesía a través de
los allanamientos, del establecimiento de zonas de emergencia que
entregaban a las FFAA amplias facultades, del encarcelamiento de los
marinos, y la política por otros medios es la guerra y en la
guerra se está a la ofensiva o a la defensiva, como en toda lucha…las
fuerzas populares no pudieron retomar la ofensiva y lo que es peor aun,
no pudieron preparar la defensa, quedando prácticamente paralizados en
lo concreto, mas allá de que el 4 de septiembre hubo una marcha de apoyo
gigantesca, o las declaraciones de los Cordones y Comandos. Ya no era
la hora de hablar o declarar, era la hora de concretar un
posicionamiento para un enfrentamiento ineludible, pero las
contradicciones en el seno de la propia izquierda y el pueblo, el peso
del legalismo, del reformismo, el llamado abierto al No a la Guerra
Civil del reformismo, terminaron por sepultar las energías y fuerzas que
se habían desarrollado en el campo popular.
Hace algunas semanas apareció una carta enviada por los
Cordones Industriales al Presidente Allende, una semana antes del golpe,
estableciendo sólo dos alternativas: golpe fascista o insurrección
popular. A tu juicio ¿por qué no fue posible que los trabajadores se
adelantaran al golpe de la burguesía?
En primer lugar yo creo que esa carta, un tremendo documento
histórico, surgió muy tarde, cuando ya el movimiento había comenzado el
reflujo de masas como he señalado. Lo segundo: el tema de esperar el
golpe de ellos o adelantarse, fue un tema ampliamente discutido y
respecto del cual no había consenso político. Entre los marinos, por
ejemplo, esto significó una dura disputa interna que ha sido revelada
últimamente, dado que existió un grupo importante que señalaba que no se
podía esperar la iniciativa de ellos. Sin embargo, el elemento
determinante es que el Gobierno y la Unidad Popular estaban por respetar
la legalidad y fueron consecuentes hasta el final con esa postura,
teniendo ellos abrumadoramente la gran mayoría de las fuerzas populares
de su lado. Asumir la iniciativa seria sobrepasar a Allende y la Unidad
Popular, con un sector de masas conscientes pero reducido, muy
minoritario, lo que hubiese significado enfrentar no sólo al golpismo
sino a la mayoría del pueblo que creía y estaba por los mecanismos
legales e institucionales. Esa era la gran contradicción de los
revolucionarios que sólo tuvieron una oportunidad de hacerlo y no fuimos
capaces. Justamente, hasta donde yo sé, Fidel Castro había señalado que
el Tanquetazo había sido “el Playa Girón” de la burguesía chilena, que
ese había sido el momento de desatar la contraofensiva…pero en la noche
de ese mismo día, Allende desde los balcones de La Moneda llamó al
pueblo a regresar a sus hogares…porque las FFAA garantizaban el proceso.
¿Cuáles eran las capacidades materiales reales (armas,
pertrechos, personal y estrategia-táctica) del GPM (Grupo Político
Militar) del Cordón Cerrillos en la coyuntura de junio y de septiembre
de 1973?
Antes de responder, porque evidentemente la pregunta insiste en “ver”
la coyuntura estrictamente desde la una óptica idealizada de que la
política se define en función de las capacidades y medios que se tengan,
lo que no es así en la práctica. En alguna entrevista, no recuerdo
exactamente cuando, interrogan a Fidel Castro sobre lo que diferencia a
un revolucionario del que no lo es, y Fidel responde que estos últimos
esperan que estén las condiciones dadas para sumarse a la lucha, en
tanto que los primeros luchan por generar tales condiciones. Regresando
a la pregunta: ni en Junio ni en Septiembre el GPM 4 del MIR, ni
ninguna fuerza de izquierda tenía suficientes recursos y capacidades
materiales para un enfrentamiento en la magnitud de lo que se nos vino
encima. Pero, ¿qué hacer entonces? Impensado claudicar, no había
posibilidades para tomar la iniciativa: lo que quedaba entonces como
alternativa era buscar en la coyuntura el espacio y el tiempo suficiente
para desarrollar capacidades o una alguna variable de menor costo,
sobre todo apostando a quebrar la unidad de las FFAA, cosa que intentó
aceleradamente el MIR para atraer a un sector de FFAA al lado del
pueblo, lo que venía ocurriendo en la práctica concreta y que explica el
alto número de uniformados detenidos y torturados después del golpe,
principalmente en marinería, aviación, carabineros y en menos medida en
el ejército. La otra alternativa era simplemente pasar a le defensiva,
replegarse a retaguardias sociales y geográficas con fuerzas de modo tal
de emprender acciones guerrilleras en el terreno urbano, suburbano y
rural de manera posterior al golpe. El Plan Militar del MIR a escala
nacional se jugaba en esa perspectiva: esperar el golpe, responder con
insurrecciones locales desgajando parte de las fuerzas armadas,
replegarse a zonas de retaguardia social y política seguras sin es que
triunfaba el golpe para dar inicio a la guerra en los territorios
descritos.
La diferencia entre junio y septiembre es términos reales es de dos
elementos definitorios: de una parte en Junio las masas populares están
en ascenso, con alta moral y disposición a la lucha que se evidencia en
la calidad, masividad de la respuesta al intento golpista, en septiembre
ya no hay ascenso, hay confusión, retroceso, desconfianza hacia la
conducción de la UP, sólo se mueven los sectores mas conscientes y
comprometidos, incluso a nivel de militantes y activo político son
muchos los que simplemente se esfuman a la hora decisiva . En junio hay
sectores de las FFAA que evidencian sus simpatías con la alternativa
popular, la propia actitud del General Prat, de los militares llamados
constitucionalistas, de soldados y clases a nivel de tropa es claramente
a favor del pueblo. En Septiembre son estos soldados, marinos,
aviadores, carabineros, los primeros en ser neutralizados, encarcelados,
y ya las tropas están claras por lo sucedido con los marinos
constitucionalistas: no van a quebrar la unidad de mando porque Allende
confía en los generales y no está dispuesto a avalar el quiebre de las
FFAA.
¿Qué distingue específicamente al “poder popular chileno”
respecto de las experiencias históricas universales de “dictadura del
proletariado”?
Cada proceso histórico, cada formación social, es única y específica,
por tanto las experiencias son muy diferentes, aun cuando existan
algunos elementos en común. La primera experiencia a escala mundial de
un Poder dual, de un poder alternativo fue La Comuna de París,
experiencia derrotada y que legó para la posteridad no sólo en nombre a
los “comunistas” (a los de verdad) sino que también la necesidad de la
Dictadura del proletariado como la formulara Marx. La experiencia de
los Soviet (Consejos) en la Rusia zarista se asemeja respecto de la
masa incorporada al desarrollo de estos consejos de manera específica
para obreros, otros para campesinos y muy embrionariamente por el
intento de organizar estos consejos entre las FFAA. Respecto a la
experiencia rusa, es diferente por cuanto el Partido Bolchevique logró
la conducción y orientó las fuerzas al desarrollo de la Insurrección en
tanto que en nuestra experiencia no se ganó a la mayoría de las fuerzas
sociales, y en las mismas organizaciones de poder popular existieron
conducciones políticas distintas y a veces contradictorias (PS, MIR, en
menor medida, MAPU).
De alguna manera la experiencia chilena, por lo precario de su
desarrollo, tiene una mayor semejanza a la experiencia de El Salvador,
aun cuando en El Salvador las fuerzas populares desataron una
insurrección. Se parece mucho en la precariedad y sobre todo en la
calidad de la contrarrevolución y la represión posteriormente desatada
por la burguesía.
Difiere, respecto a otras experiencias de Poder Popular, porque la
mayoría de las experiencias de China, Vietnam, Corea, Cuba, este poder
popular se expresa en el control territorial por fuerzas armadas
populares que establecen zonas liberadas en el marco de guerras
populares cuya primera fase son precisamente las operaciones de cerco y
aniquilamiento de estas bases de poder popular.
¿Qué relación existió entre el proceso de
origen-desarrollo-crisis del poder popular y de las orgánicas
políticas?, ¿esta experiencia surgió en forma “autónoma”,
“independiente”, “supeditada”, “enmarcada” respecto a la política
revolucionaria que llevaba adelante el MIR?
La historia de Chile, al igual que la historia de la humanidad, es la
historia de la lucha de clases, la historia de la lucha por el poder
que establecen a veces fracciones de una misma clase, o clase explotadas
contra la dominación. Y como la lucha política, en su agudización
tiende a resolverse mediante la fuerza para establecer una nueva
relación política y económica, es también la historia de los procesos de
acumulación de fuerzas que en un punto dado se expresan en dualidad de
poder. Es la construcción de fuerzas de los “patriotas” chilenos que
aprovechan la guerra en Europa y los conflictos de España para
establecer Cabildos, declarar independencia y construir fuerza propia,
coexistiendo con el poder colonial durante este proceso. Es más tarde la
lucha política entre los propios patriotas que tienen proyectos
políticos diversos y fuerzas sociales, políticas y militares que entran
en contradicción durante largos decenios de la vida independiente de
Chile, incluyendo guerras civiles, asesinatos como los de Manuel
Rodríguez, golpes de estados, levantamientos armados de provincias. Con
esto quiero decir que el desarrollo de poder alternativo a la dominación
ha estado muy presente en la historia de Chile, incluso de formas
agudas, de mucha violencia. Sólo basta recordar episodios como la
Insurrección de la Escuadra en septiembre de 1931 y el bombardeo a los
buques de guerra encabezados por el acorazado Almirante Latorre; la
República Socialista de los 100 días; las ya muy conocidas matanzas de
Santa María de Iquique; los choques armados con campesinos en San
Gregorio, en La Coruña.
En la década del 60, la toma de terrenos fue impulsada por comunistas
y socialistas combinando la lucha de masas y el rol de parlamentarios
que apoyaban dichas acciones, en un desarrollo embrionario de poder y
control de un territorio acotado, por reivindicaciones, pero que no
apunta a desafiar el poder político de las clases dominantes.
Es la constante alza de la lucha de clases en Chile en las décadas de
los 50 y 60 con paros, huelgas, declaraciones radicalizada como la
declaración de Principios de la CUT encabezada por Clotario Blest, el
telón de fondo que obstruye las salidas que plantea la burguesía, que
genera la división política de estas (Alesandri – Frei) y el incremento
constante de masas que se incorporan a la lucha y que van generando un
período pre revolucionario. Es en ese marco fue que el MIR propone las
acciones directas de masas como táctica para acumular fuerzas,
coincidiendo con una fracción del PS que desarrollaba la misma política.
El MIR impulsa las tomas de terrenos, siendo la 26 de enero la primera
de ellas que suma a las experiencias anteriores la construcción de
milicias populares, mientras en el campo tanto socialistas pero
principalmente miristas impulsan las tomas de fundo, las corridas de
cercos y ambos de manera posterior, las instancias de poder popular.
En definitiva, las acciones directas de masas, la acumulación de
fuerzas sociales, políticas y militares para luchar por los intereses
de clase o de fracción de clases es una práctica instalada en la
historia de Chile mucho antes del período pre- revolucionario del 73.
Como profunda corriente histórica reaparece en este período y lo que
hacen los revolucionarios es interpretarla, masificarla, convertirla en
política concreta que en su desarrollo tiene todo los matices planteados
en la pregunta: en algunas zonas, regiones o poblados este poder se
genera casi autónomo; en otros lugares, supeditado a una conducción
concreta, en otros, disputada su conducción por diversas corrientes
políticas.
Trotsky, en su libro “Mi Vida”; señala que a un proceso
revolucionario incompleto, le sigue una contrarrevolución completa. En
este marco, ¿se puede afirmar que no sólo "la vía chilena al socialismo"
fue una revolución a medias, sino que nuestra preparación para la
guerra de clases o guerra revolucionaria también lo fue?, ¿hubo falta de
voluntad?, ¿faltaron las condiciones históricas?, ¿faltó tiempo?, ¿por
qué después de prepararse para la guerra no pasó nada, o pasó muy poco?,
¿qué hicimos mal?, o ¿qué no hicimos?
Quien hace revoluciones a medias, cava su propia tumba dice
Robespierre en el drama de Georg Büchner en 1834 (“La Muerte de Dantón”)
y esto es válido para el reformismo en la experiencia revolucionaria,
así como para los revolucionarios. En ambos casos, a mi parecer, se
trata de la conducción de las direcciones políticas. De parte del
reformismo que se obstinó en creer que en Chile no se cumplirían las
leyes de la lucha de clases y que se podía resolver, dentro de la
legalidad burguesa y con la existencia de la intervención del
imperialismo, el problema del poder sin construir o tener fuerza militar
propia. En el caso de los revolucionarios por no poder ganar la
conducción de las masas y por no asumir su propia estrategia de guerra
popular que implicaba la protección de las fuerzas propias, el repliegue
del escenario publico ante la ofensiva burguesa y el desarrollo de la
guerra en otras condiciones. En estricto rigor, lo que preparó el MIR
fue un proyecto de insurrección como elemento de defensa, contradiciendo
principios del arte de la insurrección conocidos desde el siglo
pasado[7] por lo que en estricto rigor, nunca hubo un desarrollo de un
plan de guerra o enfrentamiento enmarcado en la estrategia de guerra
popular.
En tu experiencia, ¿Qué llevaba a la población y a los trabajadores a participar en el Cordón Cerrillos-Maipú?
Los elementos que describí anteriormente: la ofensiva patronal para
provocar la desestabilización del Gobierno de Allende, el cierre de
industrias, el acaparamiento, el mercado negro, la paralización de los
medios de producción tanto agrícolas como industriales. La necesidad de
responder a la burguesía con fuerza propia y la insuficiencia de las
organizaciones naturales (CUT, Juntas de Vecinos, Sindicatos) para dar
respuestas a estas tareas que implicaban salirse de la legalidad e
instalar poder propio.
¿Estaba consciente el Cordón respecto a la fragmentación,
dispersión y debilidad en la conducción políticas?, ¿cómo se conduce y
se mantiene organizada a miles de personas sedientas de cambios
revolucionarios?
Por lo que he descrito, el Cordón no tenia una instancia orgánica
desarrollada, salvo en coyunturas. En definitiva era la articulación
puntual de sindicatos y activistas políticos para enfrentar coyunturas
específicas.
A tu juicio, ¿cuáles son los mitos y realidades de la construcción social y política del cordón Cerrillos – Maipú?
De una parte está el mito de una “organización” y de un nivel de
participación de masas en la instancia Cordón, que nunca existió. El
Cordón fue una articulación puntual, de sindicatos, no alcanzó a
desarrollar un debate político propio con participación de las bases.
Era como he dicho, la representación de dirigentes en “representación”
de sus sindicatos.
De otra parte está la negación del Cordón como instancia de Poder,
argumentando justamente lo anterior. Esto implica no entender mucho los
procesos que se dan a nivel de masas, pretendiendo procesos organizados,
institucionalizados, ordenados, cuando en la realidad los procesos de
masas son muy contradictorios, de avances, de retrocesos, de lucha
ideológica fuerte en su seno y principalmente afectado por la
“compulsión” como denomina Trotsky al factor subjetivo que genera
disposición a la lucha, voluntad, determinación.
¿Qué comportamiento tuvieron las fuerzas armadas partidarias
de la insurrección armada en el período prerrevolucionario? ¿Qué fue de
ellos?
En diversos cuarteles, buques, unidades militares y de carabineros se
daban las mismas tendencias políticas que en el resto de la sociedad:
Oficiales en su mayoría reaccionarios, aunque una fracción minoritaria
apegada a la legalidad (los llamados "Constitucionalistas” y muy
minoritario de algunos oficiales revolucionarios. Entre los “Clase” era
más amplios los sectores que simpatizaban con el proyecto de la Unidad
Popular y había mas revolucionarios, igualmente a nivel de las tropas.
Schneider, Prat, Bachelet, Pobrete, Arturo Araya, edecán del
Presidente, asesinado por un comando de extrema derecha el 27 de julio
de 1973, son ejemplos de oficiales constitucionalistas. En todo caso la
izquierda en general tenía más desarrollo en la marinería, aviación y
carabineros, y muy poco desarrollo en el Ejército. Para conocer más de
este tema recomiendo leer “Los que dijeron no” de Jorge Magasich y
“El fantasma de Chile” de Zenón Alvarado que entregan antecedentes
extensos de lo que ocurría en la marinería. En el caso de la aviación,
fueron detenidos y torturados numerosos oficiales, suboficiales y
clases, antecedentes que se pueden leer en el libro de Fernando
Villagrán “Disparen a la bandada” que relata el Consejo de Guerra en
contra de los oficiales Bachelet, Pobrete, Carlos Ominami, Rolando
Miranda, Ernesto Galaz, Alamiro Castillo, Otto Becerra, Alvaro Yánez,
Jorge Silva, Raúl Vergara, Carlos Camacho, Jaime Donoso, Daniel
Aycimena, Eladio Cisternas y Julio Cerda, todos acusados de traición a
la Patria, torturados y encarcelados. En carabineros las cinco primeras
antigüedades de la oficialidad se negaron a participar del golpe.
Existen tres datos interesantes a considerar[8]:
En el proceso organizado contra los disidentes de la Fuerza Aérea,
son condenados a penas diversas 18 suboficiales y sargentos; 36 cabos
(dos de ellos fueron asesinados en prisión); dos conscriptos y 13
civiles. La Marina condena a 88 marinos, y seis civiles y un oficial.
En 1991, el informe de la Comisión Nacional de Verdad y
Reconciliación, constata que entre 1973 y 1990, agentes del Estado
provocaron la muerte de 17 soldados, 2 marinos, 6 aviadores 9 policías
civiles y 3 guardianes de prisión. Un total de 37
En 1998 una nueva ley del “Programa de reconocimiento de la
exoneración política” extendió los beneficios a funcionarios de la
Justicia, parlamentarios y militares despedidos por motivos políticos.
Bajo esta ley un total de 1.319 militares han sido
reconocidos definitivamente como excluidos a causa de su oposición al
Golpe o por su negativa a participar en las exacciones, y 6.070 revindican
esta situación. Se trata a veces de soldados que cometieron
intencionalmente alguna falta disciplinaria para ser excluidos, evitando
así la suerte reservada a los que manifestaron abiertamente su
desacuerdo. Este número impresionante representa sólo a los que llegaron
a actuar; muchos otros, seguramente aterrorizados, callaron sus
desacuerdos.
Muchos de los uniformados sobrevivientes fueron exiliados y post
dictadura se han incorporado a la vida política y social formando
agrupaciones que luchan por memoria y justicia, otros han desarrollado
investigaciones estableciendo querellas y juicios, algunos se han
incorporado a partidos de la Concertación ocupando cargos públicos.
Sin embargo, un número menor de ellos resiste al golpe siendo
asesinados: Mario Melo Pradenas, ex teniente de Boinas Negras, Ricardo
Pardo Tobar, ex boina negra, Óscar Delgado Marin, ex boina negra,
Fernando Amaya Sepúlveda, ex boina negra, José Enrique Espinoza Santic,
cabo segundo de la FACH, Mario Armando Gho Alarcón, soldado conscripto,
Miguel Selim Nash Saez, conscripto de 19 años fusilado en Piragua al
negarse a disparar contra detenidos políticos.
Otro grupo se incorporó se incorporó activamente a la lucha de
Resistencia, cayendo en combate contra la dictadura como Ernesto Zúñiga
Vergara (Manuel), infante de marina; Enrique Reyes Manrique (Bali) , ex
cabo primero de la FACH; Carlos Díaz Cáceres (Pecho de Buque) y otros
fueron encarcelados durante largos años en prisión como Víctor Maturana
(Carabineros), Miguel Yañez (Gendarmería), Carlos García Herrera
(Marina).
Hace alrededor de un mes se realizo en la Plaza de Maipú la
inauguración de un Memorial a las personas ejecutadas o caídas en el
proceso político chileno vivido a partir de 1973. En este sentido ¿cómo
recordamos a los constructores revolucionarios del pasado que
enfrentaron la tragedia vivida a partir del 73: víctimas o combatientes?
Hay víctimas y hay combatientes. Víctimas por partida doble, porque
numerosos dirigentes sociales, pobladores, campesinos, estudiantes,
obreros, fueron detenidos, torturados, asesinados, sin que ellos
hubiesen empuñado armas, resistido al arresto o participado de ningún
acto de violencia, por un lado, y víctimas de haber aceptado la idea de
que era posible un cambio por las vías pacíficas, en los marcos de la
legalidad y la constitución. La gran mayoría de ellos confió en que sus
dirigentes políticos tenían experiencia y “sabían lo que hacían”
aceptando confiadamente los mitos tales como “los militares chilenos son
distintos”, “El partido y los viejos saben lo que hacen”, lo que
significó no sólo enfrentar a la represión sino la sorpresa, el dolor,
la rabia de entender finalmente el carácter del Estado, de la
dominación, de las fuerzas armadas.
Combatientes son los que lograron tener conciencia de lo que sucedía,
que decidieron armarse, resistir, oponerse a la acción violenta de la
contra revolución y que desarrollaron diversas formas de enfrentamiento
al golpe y a la dictadura.
Yo creo que en definitiva a todos hay que recordarlos no por el “como
murieron” o “como enfrentaron” a la dictadura, sino como personas que
desde distintas visiones políticas, desde distintas que prácticas,
levantaron o se sumaron a un proyecto de cambio social, y por ello
pagaron con sus vidas.
Porque la historia no podemos repetirla.
Porque nosotros y las nuevas generaciones debemos tener clara
conciencia y memoria: si queremos cambiar la sociedad, si queremos
terminar con los privilegios de una minoría, volvamos a mirar bien
nuestro propio escudo nacional en el cual, otros que lucharon por
construirnos como país, llegaron a la convicción absoluta que la
justicia se logra con la razón y la fuerza.
[1] El Yeti Jaime Riquelme (Jaime Ramirez) murió en extrañas
circunstancias en 1981. Siendo Jefe de Fuerza Central del MIR aparece
muerto en un increíble accidente de tránsito: a una bus se le sale la
tapa de una rueda que golpea en su frente, dándole muerte.
[2] Santos Romeo se convierte luego en uno de los dirigentes
destacados del Cordón. De militancia socialista, se incorpora al MIR y
es orador principal en un acto realizado en el Teatro Caupolicán. Luego
del golpe militar es detenido, lo llevan al Estadio Nacional donde es
visto por varios compañeros y luego aparece muerto en una calle de la
zona sur.
[3] José Amigo “El Malo” fue detenido en 1973 resistiendo al golpe,
exiliado a Inglaterra regresó clandestino a sumarse a la lucha y cayo
hacia finales de la dictadura en un asalto a banco en Melipilla.
[4] Víctor Romeo es herido el mismo 11 de septiembre, cae detenido y
junto a José Amigo, Javier Bertín y trabajadores de Fensa y Perlack , y
el autor de estas notas fueron sometidos a Consejo de Guerra por la
FACH. Exiliado en Francia se incorpora a la Revolución Nicaragüense
trabajando de manera posterior en el Ministerio del Interior. Muere en
Francia producto de un cáncer
[5] Martin Elgueta “Renato” fue detenido después del golpe y esta desaparecido desde ese entonces.
[6] “Carta al Interior de Chile” Canción de Patricio Manns
[7] Tanto Lenin como Trotsky reflexionan en distintos textos sobre la
insurrección definiéndola como una acción ofensiva. Durante la Segunda
Guerra Mundial en Varsovia se produjo un alzamiento insurreccional de
los judíos encerrados en un getto que fue absolutamente derrotado,
confirmando que no sirve la insurrección como elemento estratégico
defensivo.
Para conocer más sobre el entrevistado Guillermo Rodríguez ir a http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64759
No hay comentarios:
Publicar un comentario