Por:Ruben Andino Maldonado
Punto Final
Afirma que la institucionalidad del país es
incapaz de solucionar los problemas que enfrenta la sociedad chilena y que los
actores sociales deben organizarse de forma autónoma para alcanzar soluciones.
Agrega que las próximas elecciones no resolverán los problemas de fondo, pero
observa que comienzan a politizarse los espacios sociales y que la política
debe hacerse a partir de lo local. Así piensa Recaredo Gálvez Carrasco (22),
presidente de la Federación
de Estudiantes de la
Universidad de Concepción.
Alumno
de 5º año de ciencias políticas y administrativas, hizo su educación media en
el Liceo Clodomiro Urrutia, de Cauquenes, ciudad donde nació. Es parte de la
mesa ejecutiva de la Confederación
de Estudiantes de Chile (Confech), como vocero del Zonal Sur. No milita en
ningún partido, pero pertenece a Fuerza Universitaria Rebelde (FUR), que
reivindica la tradición de una Izquierda revolucionaria orientada hacia el
poder popular en el esfuerzo por crear un “sujeto político”. El año pasado
-como secretario general de la
FEC- estuvo detenido una semana, acusado de porte ilegal de
armas y de violencia contra Carabineros. El caso judicial prosigue.
¿Qué opina de la reforma tributaria para
financiar la educación?
“Este
‘ajuste tributario’ es un balón de oxígeno para un gobierno que busca mayor
credibilidad en este periodo de elecciones; lo que va a recaudar, entre 700 y
mil millones de dólares, no resuelve nada. El gobierno no es capaz de entregar
recursos para las necesidades mínimas de una reforma educacional, que alcanzan
a tres mil 500 millones de dólares.
El
Crédito con Aval del Estado (CAE) es también una apuesta fallida, porque no
entrega los recursos para los cambios requeridos. La propuesta menciona una
agencia pública y la acreditación universitaria, pero el ministro de Educación
no aporta antecedentes sobre cómo se constituirían. No hay una visión distinta
a la ya existente respecto al sector público de educación ni sobre los derechos
que serán garantizados por el Estado”.
PROPUESTAS Y PROPUESTAS
¿Hay elementos rescatables en la
propuesta del gobierno?
“Consideramos
positivo que la banca privada esté fuera del sistema educativo, pero no se
aclara quién asumirá la brecha entre el arancel de referencia y el arancel
real. Al no tener recursos para asumir ese costo, las universidades tendrían
que endeudarse nuevamente con el sistema financiero. ¿Perdieron entonces los
bancos, o estamos haciendo sólo un movimiento para definir quién se endeuda con
ellos?”.
La oposición también hizo una propuesta.
¿Qué opina?
“Está
enfocada al 70 por ciento más pobre y nosotros estamos buscando una educación
que asuma la gratuidad para todos los estudiantes; esto a través de un sistema
de educación integral, desde la preescolar a la superior. La Concertación y la
derecha deben considerar lo que opinan las personas que los pusieron en los
cargos que hoy ocupan. Deben recordar que el 80 por ciento de los chilenos y
chilenas apoya las demandas del movimiento estudiantil”.
Ustedes anunciaron una propuesta integral,
pero ésta sólo se tradujo en una propuesta tributaria. ¿Por qué todavía no
hacen aquella propuesta integral?
“Algunos
problemas podemos abordarlos como estudiantes y otros debemos resolverlos como
sociedad. Por eso decidimos vincularnos con otros actores sociales, para
impulsar desde ahí un proyecto integral. El movimiento estudiantil no está
apurado. Si nos aceleramos podemos dar pasos en falso que deslegitimen lo que
vamos realizando. Preferimos ir con calma, vinculándonos con otros actores
sociales y comunidades educativas capaces de dar respuestas concretas a las
necesidades de hoy. Nos preguntamos si los mismos personajes enquistados en las
instituciones universitarias seguirán administrando estos recursos, con
despidos masivos de trabajadores, falta de transparencia y áreas de
investigación que no van de la mano con las necesidades del país.
No va a ser el Chile institucional actual el que dará a
luz un sistema integral de educación. Los actores sociales organizados nos
tendremos que confrontar con las fuerzas conservadoras que se están oponiendo a
las transformaciones. El Chile de hoy está diseñado para beneficiar a los que
administran este modelo económico primario-exportador, dependiente de las grandes
economías y con desigualdad social, depredación de recursos naturales y daño
del medioambiente. La
Constitución consagra estos valores y pedir que ese sistema
permita los cambios, es imposible.
Por
eso estamos generando un proceso de acumulación de fuerzas, organización y
concientización, en espacios autónomos de poder dentro de las universidades y
en el país, para cambiar esta situación”.
ELECCIONES Y LUCHA SOCIAL
¿Las próximas elecciones podrían configurar un cuadro político
distinto?
“Tendrán
algún efecto negativo para los partidos, aunque la Concertación se
defenderá con los pactos para detener su quiebre interno y la derecha echará
mano a medidas de gobierno como el CAE, la rebaja al impuesto a los
combustibles o la ‘reforma tributaria’.
A
los 18 años fui candidato a concejal. Tuve un aprendizaje que me permitió
entender el funcionamiento de las instituciones políticas. Considero mucho más
gratificante generar respuestas desde lo social. Si creemos que basta con
cambiar un alcalde o un concejal para solucionar los problemas, estaríamos
equivocados. Queremos un Chile con más organizaciones populares, con juntas de
vecinos capaces de desplegar más actividad social, deportiva y de
administración territorial. Queremos ver deudores habitacionales más
organizados para obtener viviendas dignas, educación y salud gratuitas. Gente
alzada y organizada contra las injusticias. Probablemente en esa tarea no vamos
a tener de inmediato un Chile completamente distinto al de ahora. Pero podemos
tener un país con mucha más conciencia”.
¿Qué piensa de una nueva Constitución
para Chile?
“Todo
impulso en la perspectiva de organizar, generar discusión y mayor grado de
conciencia, en ese sentido una Asamblea Constituyente, sería un espacio de
acumulación de fuerzas alternativas. Cuando el pueblo empieza a plantearse cómo
cambiar las cosas, se da cuenta de la necesidad de crear autodeterminación.
El
movimiento estudiantil ha demostrado que con organización y movilización se
pueden instalar temas en el debate nacional y lograr objetivos sin hacer
mención a temas electorales ni a cambios de Constitución. Nuestra principal
reivindicación ha sido la educación y lo hemos logrado con organización y
movilización, participando. Necesitamos también de otros movimientos sociales que
tengan capacidad de organizarse para impulsar reivindicaciones comunes y
discutir más allá de las elecciones. Pero si la Izquierda pretende
utilizar como instrumento electoral cualquier plataforma social, está condenada
al fracaso”.
HACER POLITICA DESDE LO SOCIAL
¿Se puede hacer política sin partidos?
“La dictadura, y luego los gobiernos de la Concertación, nos
privaron de hacer política en asambleas, con tus vecinos, con tus compañeros de
estudio o con otros trabajadores. La dictadura logró separar lo político de lo
social y la Concertación
agudizo ese modelo. Hoy lo político está instalado en la institucionalidad, en
el gobierno, en el Congreso y en los tribunales. Lo social, en cambio, es lo
que el pueblo vive en lo cotidiano.
Tenemos
que politizar lo social y esto comienza a manifestarse en la aparición de
varios conflictos. Se expresa en sindicatos más combativos en la búsqueda de
solución a sus problemas, en pobladores que buscan nuevos espacios para
manifestarse. Las calles se han convertido en un escenario adecuado para
recuperar los derechos que nos arrebataron. Nuestras universidades, sindicatos,
poblaciones y hogares se están convirtiendo en nuestros espacios democráticos
de organización”.
Ustedes hablan de vincularse con otros
actores sociales, ¿qué está haciendo la Federación de Estudiantes de Concepción?
“La
articulación de los estudiantes con sectores laborales se está dando en
escuelas sindicales o de formación de dirigentes, que compartimos también con
pobladores. Nos hemos movilizado para demostrar que todos podemos conseguir
logros, porque formamos parte del mismo pueblo. La Unión de Trabajadores
Portuarios del Bío Bío, por ejemplo, es una experiencia sindical ejemplar para
los movimientos sociales. Los trabajadores con los que hemos emprendido
trabajos comunes no se sienten representados por las cúpulas sindicales que se
expresan en entidades como la CUT”.
ALTERNATIVA DE PODER
¿Cómo podría expresarse este movimiento
más adelante?
“Estos
espacios representan una alternativa de poder, se ganan espacios que se
arrebatan a las institucionalidad. Estamos golpeando a esas instituciones que
se han arrogado nuestra representación política. Se trata de comunidades que
comienzan a ejercer la política en sus ámbitos naturales, más allá del gobierno,
del Parlamento o de las municipalidades.
Chile
necesita ser refundado porque la institucionalidad existente ya no da para más.
La segregación y represión generan más descontento, violencia y desigualdad. La
gente vive cada vez más conflictuada con los sistemas de salud, educación y
vivienda; mientras más se agudicen estos problemas, más nos vamos a expresar.
No
buscamos modelos ajenos, no quiero una Venezuela ni una Cuba. Quiero un Chile
capaz de responder a las demandas del pueblo. Los involucrados en esta lucha
son nuestras familias, explotadas por un capitalismo que no distingue fronteras
de ninguna especie”.
¿Se puede resolver el conflicto entre el
modelo neoliberal y la destrucción del medioambiente?
“Un
elemento que hace irreconciliable este capitalismo en expansión con el conjunto
de la sociedad, es la destrucción del medioambiente. Para esto, el sistema no
tiene respuesta, por el indiscriminado consumo y el exterminio de la
biodiversidad y de los recursos naturales no renovables. La manera como se
desarrolla este capitalismo agresivo nos plantea el desafío de construir nuevas
relaciones entre la
Humanidad y la naturaleza. En ese proceso no podemos
marginarnos, tampoco de los debates de género, de los derechos de los pueblos
originarios, del ecosistema, ni de todos los factores históricos que nos han
constituido como sujetos”.
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 758, 25 de
mayo, 2012
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