El día 22 de septiembre de 1973, fueron
ejecutados por personal del Ejército, en el sector Atalaya, en el camino entre
San Antonio y Bucalemu:
Héctor ROJO ALFARO, 43 años, dirigente nacional del
Sindicato de Estibadores, Secretario de la COMACH y de la Federación
Internacional del Transporte, militante del Partido Comunista.
Samuel NUÑEZ GONZALEZ, 49 años,
dirigente de los Estibadores de San Antonio y militante del Partido Socialista.
Armando JIMENEZ MACHUCA, 38 años,
Director del Sindicato de Estibadores y militante del Partido Socialista.
Guillermo ALVAREZ CAÑAS, 49 años,
Presidente del Sindicato de Estibadores de San Antonio, militante del Partido
Demócrata Cristiano.
Según la versión oficial emitida por el Jefe de Zona en Estado de Sitio
de la Provincia de San Antonio y Comandante de la Escuela de Ingenieros
Militares "Tejas Verdes", contenida en el Bando Nº 26, los detenidos:
"eran trasladados desde San Antonio al campo de prisioneros de Bucalemu, y
a raíz de una falla mecánica del vehículo que los transportaba, trataron de
escapar, siendo reducidos por armas de la patrulla que los
custodiaba". Agregaba dicha versión
oficial que las víctimas, a quienes se sindicó como extremistas, eran llevadas
a Bucalemu dada su alta peligrosidad, y que en el caso de los cuatro dirigentes
de estibadores, se dijo que habían tratado de paralizar el puerto de San
Antonio, incitando al resto de los trabajadores a no cumplir las órdenes del
administrador del puerto, que actuaba en cumplimiento de disposiciones de la
jefatura de Zona de Estado de Sitio.
Analizados los antecedentes recogidos, la Comisión rechaza la versión
oficial, atendidas las siguientes circunstancias:
Resulta inverosímil que todos los afectados sin excepción hayan debido
ser muertos para evitar su presunto intento de fuga, si se considera que iban
desarmados y bajo fuerte vigilancia militar.
No hay constancia de que en septiembre de 1973 existiera un campo de
detenidos en Bucalemu, por lo que la ruta seguida por la patrulla no resulta
justificada.
Raúl Bacciarini Zorrilla se encontraba en deplorables condiciones
físicas, existiendo múltiples testimonios verosímiles de que tenía ambas
rodillas rotas, lo que le impedía trasladarse por sí solo. Por su parte, Alvarez Cañas había sido
sometido a una cirugía mayor, poco tiempo antes de su detención y estaba muy
delicado de salud, por lo que también resulta poco probable que estuviera en
condiciones de tratar de escapar.
Los cuerpos de las seis víctimas llegaron a la Morgue casi destrozados
por heridas de arma blanca; los impactos de bala que presentaban habían sido
hechos post mortem y con los cuerpos de las víctimas en el suelo. Los protocolos de autopsia no pudieron ser
encontrados. La persona que fue testigo
del estado de los cuerpos fue detenida y llevada al Campamento Nº 2.
Los certificados de defunción señalan como lugar de la muerte el fundo
Atalaya, camino Navidad, San Antonio. En
ese mismo lugar se fusiló el día 18 de noviembre a Jorge Cornejo Carvajal y
Patricio del Carmen Rojas González, según consta en los certificados de
defunción de ambas víctimas.
La inexistencia de investigación judicial o interna del arma
involucrada, respecto de los hechos.
Por tanto a esta Comisión le asiste la convicción que Héctor Rojo,
Samuel Nuñez, Armando Jiménez y Guillermo Alvarez fueron ejecutados al margen
de todo proceso, por agentes del Estado que violaron sus derechos humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario